lunes, 21 de enero de 2013

La doctina interior

Todos los pueblos antiguos conocieron, además del aspecto exterior o formal de la religión y de las prácticas sagradas, una enseñanza paralela interior o esotérica que se daba únicamente a los que se reputaban moral y espiritualmente dignos y maduros para recibirla.
El aspecto esotérico de la religión –conocida exotéricamente por los profanos- lo suministraban especialmente los llamados Misterios (palabra dericada de “mysto”, término que se aplicaba a los neófitos, y que significa etimológicamente mudo o secreto, refiriéndose evidentemente a la obligación de secreto, sellada por juramento, que se le pedía a todo iniciado), de los cuales la Masonería puede considerarse como heredera y continuadora, por medio de las corporaciones de constructores y otras agrupaciones místicas que nos transmitieron su Doctrina.
Esta Doctrina Interior –esotérica y oculta- es esencialmente iniciática, por cuanto se alcanzará únicamente por medio de la iniciación, es decir ingresando a un particular estado de conciencia (o punto de vista interior), pues sólo mediante él puede ser entendida, reconocida y realizada.
La Doctrina Interior ha sido siempre y sigue siendo la misma para todos los pueblos y en todos los tiempos. En otras palabras, mientras para los profanos (los que se quedan delante o fuera del Templo, es decir sujetos a la apariencia puramente exterior de las cosas) ha habido y hay diferentes religiones y enseñanzas, en aparente contraste las unas con las otras, para los iniciados no ha habido ni hay más que una sola y única Doctrina, Religión y Enseñanza: la Doctrina Madre Ecléctica o Religión Universal de la Verdad, que es Ciencia y Filosofía, al mismo tiempo que Religión.
De esta enseñanza iniciática, esotérica y universal, común a todos los pueblos, las razas y los tiempos, las diferentes religiones y las distintas escuelas han constituido y constituyen un aspecto exterior más o menos imperfecto e incompleto. Y las luchas religiosas siempre han caracterizado
aquellos períodos en los cuales por la inmensa mayoría de sus dirigentes, fue perdida de vista aquella esencia interior que constituye el Espíritu de la religión, comprendiéndose únicamente el aspecto profano o exterior. Pues el fanatismo siempre ha sido acompañante de la ignorancia.
Aldo Lavagnini

lunes, 7 de enero de 2013

lunes, 10 de diciembre de 2012

Adopción de luvetones



Plancha elaborada por el Q:.H:. Voltaire
Los investigadores de antiguos documentos, han encontrado que la Adopción de Luvetones tuvo en sus inicios el objetivo de protocolizar la protección a los hijos  (varones o mujeres)  de un H:. desaparecido,  para que estos en su condición de "ahijados" de la logia  gozaran  de la protección material y moral de todos los Hermanos del Taller.   Con el correr del tiempo esta ceremonia modifica y se realiza,  en vida del hermano,  para así garantizar que si fallece, sus familia será protegida.   Se separan entonces varias ceremonias,  la de luvetones para los hijos,  la de reconocimiento para la esposa,  y las adopciones en general para algún familiar desprotegido que no pueda valerse por si mismo.   La adopción en general es el proceso mediante el cual una logia se encargaba de la manutención de un menor o de un anciano, a petición fundada y motivada de un Hermano.
Podemos ampliar el sentido de la ceremonia,  pues además de la  mera protección,  se trata ahora de dar lineamientos en la formación de los recipiendarios,  o sea:   " … se trata de liberarles de los males con que le amenaza la superstición; iniciarle en la vida de la inteligencia; quitarle el velo materia que cubre sus ojos y purificando su cuerpo, llevar a su espíritu con el amor al estudio, la inspiración de la virtud y de la fraternidad universal, para que esta, su primera iniciación, le abra el camino de la felicidad".
Origen del término Luveton.
En algunos escritos masónicos antiguos se denomina también "Lobato", "Lobatón", "Lobatillo", "Luston", "Lowton",  "Loweton" o "Lewis".
Hay quienes afirman que este nombre proviene del antiguo Egipto, donde los iniciados en los misterios de Isis o isíadas, cuando se encontraban en público llevaban una Máscara dorada de Cartón con la efigie del Dios Tot, por cuyo motivo se les daba el nombre de lobos o chacales.
Otros, sostienen que esta palabra deriva del término "Louve", de origen normando, con el que en la Edad Media se nombraba una herramienta empleada en el arte de la construcción que sirve para levantar piedras (Ritualmente la Leva (Louve) o palanca;  en este caso se entendería que "Louve"   indica  la participación de la logia en la formación del menor adoptado  que podría también definirse como "Levantar al vástago"
Ceremonia
La edad que se propone para los luvetones va de los 7 a los 17,  Lo importante es que cuenten con la edad suficiente para entender lo que se les dice y el tipo de ceremonia al que serán sometidos,  pues se pretende tener por luvetones a seres consientes y no meramente conducidos a ello solo por las ideas o conveniencia de sus padres.
A decir de algunos, la ceremonia debe realizarse en verano (San Juan Bautista, al equiparar algunos esta ceremonia a una especia de "Bautizo Masónico"); otros afirman que en invierno (San Juan Evangelista era el menor de los apóstoles); pero en todo caso, debe llevarse a cabo antes de la Tenida Solemne de Solsticio.
Para la ceremonia de adopción de LUVETONES, se adorna la logia con lazos blancos y azules, guarnecidos de oro, el dosel, el trono, las mesas de los vigilantes, las de los oficiales y las columnas, cuyas letras quedan encerradas dentro de una corona de flores de la que penden anchas cintas blancas. Delante del ORT:.  una mesita triangular cubierta con un tapete blanco, con flores,  una vasija con agua, una fuente de plata  y un paño blanco.  Sobre la fuente de plata habrá pan, una vasija con miel, una copa de vino y una cucharilla de plata. En el centro de esa mesa se coloca un candelabro de tres brazos, con las luces apagadas.  En el altar del V:.M:. se pondrán, a ambos lados jarrones con flores.  Se considera bueno y edificante para los profanos y ventajoso para la orden, que los parientes del niño asistan a la ceremonia, en compañía de  otros profanos cercanos al Luvetón.
El niño será apadrinado en este acto,  por uno o dos maestros masones, esta generalmente admitido que figure como madrina alguna señora o la esposa, hija o hermana de algún masón.
Al final de la Ceremonia, el Venerable le coloca al Luvetón la Medalla de la Logia, que porta al cuello con un listón de color azul;  le entrega el Diploma o la plancha que oficializa su adopción, la plancha alusiva del Orador, así como un regalo de parte de todos los Hermanos del Cuadro.
Información de interés para las cuñadas
La “adopción de luvetones”, es el hecho por el cual una logia formaliza la protección moral y material al hijo, hija o familiar. Previa petición fundada y motivada de un h:.

Esta ceremonia se fundamenta, según antiguos documentos, en una costumbre que plasma el amor fraternal y la solidaridad, características inherentes y que distinguen a la orden masónica.

En la orden como tal y en todos sus miembros, existe la convicción, como un deber, de combatir a toda costa las pasiones, la superstición y el fanatismo. Llevando a las nuevas generaciones una educación centrada en la razón y la moral e involucrando el núcleo familiar  para que desde ese centro, desde ese foco de luz que debe ser el hogar, se enseñen y se lleven a la práctica los valores y principios de toda persona de bien.

La ceremonia a realizar no interfiere en absoluto con las creencias religiosas de la familia. La masonería es sumamente respetuosa de ellas. El Rito Escocés Antiguo y Aceptado y por ende todas la logias que lo practicamos, identificamos esta ceremonia como: “adopción de luvetones” y no como “bautizo masónico”, nombre que se menciona en algunos escritos masónicos, pero que, respetando el concepto, no es correcto puesto que en la masonería no existen bautismos y menos ceremonias equiparables a las religiosas.

El estudio e instrucción en la masonería se basa en simbología, haciendo uso de comparaciones alegóricas cuyas metáforas harán entendible las ideas que se transmiten.

Los derechos de un luveton o luvetona prescriben a los 18 años momento en que puede solicitar, sin existir obligación, su ingreso a una logia.
Respetable Logia Simbólica Dr. José María Luis Mora
Oriente de Zacatecas, Diciembre del 2012 E:. V:.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Definición de hijo por José Saramago

 
Definición de hijo por José Saramago, premio nobel de literatura:
Description: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl8E6EF-zmlKZ53CYgVNcq0SOiZK99CYXmYs9EbeHn24wCh8SHG751GkEfGZWpRhXJEuiPXa0UG8DjN74F0Jg3ZM6R6P7c8UshBzPeNGQxbMn37RPvOAVZqN2wUDGC5pLLuusC-HlfKVk/s1600/ESC+JOSE+DSARAMAGO+MURIO+EN+JUNIO+2010+A+LOS+87.jpg

" Hijo es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo 
 amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores 
defectos para darles los mejores ejemplos y, de nosotros, aprender a tener coraje. 
Sí. ¡Eso es! Ser madre o padre es el mayor acto de coraje que alguien pueda tener,
 porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente de la incertidumbre de 
estar actuando correctamente y del miedo a perder algo tan amado. ¿Perder? 
¿Cómo? ¿No es nuestro? Fue apenas un préstamo... EL MAS PRECIADO 
Y MARAVILLOSO PRÉSTAMO ya que son nuestros sólo mientras no pueden 
valerse por sí mismos, luego le pertenecen a la vida, al destino y a sus propias familias. 
Dios bendiga siempre a nuestros hijos pues a nosotros ya nos bendijo con ellos. "
JOSE SARAMAGO

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Humor Masonico

QUORUM PARA CAMBIAR UN BOMBILLO

¿Cuántos Masones se necesitan para cambiar un bombillo?
Se necesitan 21:
2 para quejarse que el foco no funciona.
1 para pasar el problema a una comisión, Consejo o al Venerable Maestro.
3 para estudiar la luz en la Logia.
2 para evaluar el tipo de luz que usan los del otro Rito.
3 para objetar eso.
5 para planear una cena de celebración del cambio de bombillo.
1 para prest ar una escalera, donar el foco e instarlo.
1 para ordenar la placa recordatoria y hacerla colocar.
2 para reclamar que «así no se hacia antes».
1 para afirmar que el nuevo foco es irregular

lunes, 26 de noviembre de 2012

DEBERES DEL FRANCMASON PARA CON EL MUNDO PROFANO




¿Sabéis vosotros, QQ:.HH:., cuáles son los deberes que el Francmasón tiene para con el mundo profano?
Es de suma importancia que comprendamos que el hecho de pertenecer a la institución Francmasónica 
no se limita al simple acontecimiento de asistir a reuniones a puerta cerrada ni a establecer un sistema 
de comunicación de signos y palabras mas o menos secretos, ni a limitarnos a prestar oídos a las 
disertaciones de nuestros hermanos o exponer las nuestras propias, sino que se extiende a un campo 
mucho más amplio, universal.
La Masonería, es en mi percepción, más que una asociación o fraternidad, un sistema de vida, sujeto a 
la observancia fiel de las normas de la moral universal. No podemos despojarnos del mandil para salir 
a la calle. El Masón debe comportarse y actuar como tal en la Logia, en la casa, en el centro del trabajo, 
alumbrando el mundo profano con la luz de la verdad. 
La Masonería, al no ser una secta o un culto pretende la instrucción laica. Podemos decir que toda la
doctrina Masónica se resume en este bello pensamiento: "Amareis a vuestro prójimo como a vos mismo".
 
El Masón debe profesar amor a sus semejantes, un amor que conlleve una buena dosis de tolerancia, 
respeto y bondad, disculpando los errores ajenos y procurando, con la mayor cordura y tacto social
sacar a los profanos de las actitudes erróneas en que se hallen sumergidos, y jamás considerar a nadie
como un enemigo, puesto que los enemigos del Masón son las  pasiones, la ignorancia, la hipocresía,
la traición, la envidia, el vicio y la ambición desmedida, que oprimen a la humanidad, dominando a la
inteligencia y aprisionando a la libertad.
Debemos estar siempre, QQ:.HH:., en disposición de ayudar a los semejantes en desgracia, o a los 
infelices que no tuvieron la suerte de tener acceso a las oportunidades y dones que el creador nos 
dio a algunos. Debemos socorrer a los necesitados, ser padres de los pobres, a fin de tener una 
conciencia tranquila y para que cada suspiro que la indiferencia de un Masón les arranque, no se 
convierta en una maldición que pese sobre nuestras cabezas. Yo, QQ:.HH:.; me siento sumamente
 reconfortado cuando tengo la dicha de toparme con un niño necesitado, y a cambio de un sucio
 billete de cinco pesos me da un  "Que Dios le bendiga, Señor"; que para mí, vale más que mil elogios 
de poderosos.
También debemos tener siempre presente el valor de la justicia, dando a cada cual lo que le corresponde,
 ni más ni menos, recordando siempre que, a los ojos del G:.A:.D:.U:. todos los seres humanos son
 iguales, no importando posición social, credo, color de la piel, o cualquier otra característica.
Debemos ser humildes. No aceptar ni esperar elogios ni envanecernos cuando alguien nos los prodiga, 
pues debemos desconfiar de la boca que ensalza nuestras virtudes, pues por otro lado puede estar 
maximizando nuestros defectos. 
Acerca de la ostentación de lujos que algunos individuos practican, os puedo asegurar QQ:.HH:. que
 los bienes materiales nada valen, y el hecho de cimentar el prestigio personal en ellos denota que el 
individuo, al carecer de los elementos morales necesarios recurre al apoyo de demostrar, en cuanto 
al valor de sus posesiones, la altura de su posición.
Necesitamos ser más reflexivos, mantener una completa independencia mental, y demostrar ante todo
 momento prudencia. Ser hombres pacíficos, pero dispuestos a desenvainar la espada, dispuestos a 
luchar por las causas nobles y justas, como lo hicieron tantos HH:., que inclusive pagando un alto
 precio con su propia sangre, dieron la libertad a tantos pueblos oprimidos. La divisa LIBERTAD, 
IGUALDAD, FRATERNIDAD, debe estar siempre presente en nosotros, inscrita en nuestro corazón.
 
QQ:.HH:., somos agentes del cambio, pero de cambio total, a fin de conducir a la humanidad a un 
mundo más justo y libre, en donde todos los seres humanos sean iguales. Sí, QQ:.HH:., es posible,
 no es una utopía. Esa fe en la humanidad, en los ideales y en la esperanza en conseguirlos, es la 
divisa central de la Masonería. Uno de los mayores poetas de nuestra Augusta Orden, el H:. Rojas
 Cabrera, nos dice en forma por demás elocuente y justísima: Este es el Masón:
"Alma noble, vida honrada, Franco, cortés, generoso, Padre amante, buen esposo odio a nadie, 
miedo a nada. De la virtud defensor, sostén de la libertad siervo de la caridad compañero en el dolor. 
Refractario del fanatismo, que en la falsedad se inspira, verdugo de la mentira, y juez del oscurantismo.
 Adora a Dios, y a sus seres y es mas de todo eso, Sacerdote de progreso y esclavo de sus deberes".
Así son los Masones. Así deben encaminar la vida todos los seres que hemos tenido la dicha y el 
honor de ingresar en la augusta institución Masónica.
Plancha de un Q:.H:. de otro Oriente

jueves, 22 de noviembre de 2012

José María Luis Mora

(Chamacuero, hoy Comonfort, 1794 - París, 1850) Historiador, sacerdote y político mexicano que fue uno de los más destacados liberales en los inicios de la Independencia.


A muy temprana edad se trasladó con su familia a Celaya y después a Querétaro. En 1807 se estableció en la Ciudad de México. Se graduó de bachiller en teología en 1818, y en 1820 la Real y Pontificia Universidad de México le concedió el grado de doctor en teología. Impartió clases de filosofía y, paralelamente, escribió artículos en El Sol, La Libertad y El Observador de la República Mexicana. Periodista por temperamento, batalló por sus ideales desde las columnas del Semanario político y literario (1821) y de El Indicador, que publicó después, manifestando su oposición a las ambiciones de Agustín de Iturbide.
En 1827 se convirtió en un importante personaje de la política, incorporado a la logia escocesa, moderada, de la masonería.
Fue diputado por el Congreso local del Estado de México y en 1833 fue electo miembro del Congreso Nacional por el estado de Guanajuato. Hombre de profundas convicciones liberales, combatió el poder político e ideológico del clero y luchó a favor de una reforma educativa para el país. Se convirtió en consejero del presidente Valentín Gómez Farías (1833-1835), con el que colaboró en cuestiones de Educación Pública.
Partidario de la enseñanza laica, intentó desligar la educación del clero, y se distinguió por su empeño en lograr el acceso universal a la educación. Mora consideraba que los métodos de enseñanza podían transformar la conciencia cívica de las futuras generaciones. Todo ello lo enfrentó a los conservadores, que se oponían a sus ideas renovadoras. Con todo, pudo formular un plan de estudios vanguardista y crear el Colegio de Ideología, que pretendía reorientar de modo racional la mentalidad mexicana.
A la caída de Gómez Farías en 1834, Mora abandonó México para instalarse en Francia. Durante la segunda presidencia provisional de Gómez Farías (1846-1847), fue nombrado ministro plenipotenciario en Londres. Enfermo de gravedad, volvió pronto de Londres a París y murió en la capital de Francia.
Se le considera el pensador más importante y radical del liberalismo mexicano de la primera mitad del siglo XIX. Fue autor, entre otros libros, de Catecismo político de la federación mexicana (1831) y México y sus revoluciones (1836). José María Luis Mora comenzó a trabajar en esta última obra en 1830 y había planeado desarrollarla en cuatro volúmenes, pero sólo el primero vio la luz. Tras describir el estado presente de la República, el autor traza la historia del país desde la conquista española hasta la muerte de Morelos. La producción histórica de José María Luis Mora se caracteriza por la rectitud de los juicios, la ausencia de partidismo político y la serenidad e imparcialidad. La obra es considerada un clásico de referencia para el estudio de la historia mexicana.
 Fragmentos de su obra:
"... la tierra, riqueza fundamental del país, debe pasar a manos del Estado, que a su vez la venderá a pequeños propietarios que sean la base de una amplia y sólida clase productora." "El mayor bien político se da cuando un pueblo educado y un gobierno sabio reconocen las necesidades de desarrollo de su sociedad y las ponen en marcha conjuntamente, armoniosamente."
El cura Hidalgo era hombre de una edad avanzada, pero de constitución robusta, había hecho sus estudios en Valladolid de Michoacán con grandes créditos de famoso escolástico. El deseo que lo devoraba de hacer ruido en el mundo le hizo sacudir, más por espíritu de novedad que por un verdadero convencimiento, algunas de las preocupaciones dominantes en su país y propias de su estado, así es que leía y tenía algunas obras literarias y políticas prohibidas severamente por la Inquisición y desconocidas para el común de los mexicanos. Esta libertad lo hizo entrar en relaciones íntimas con el obispo Queipo y el intendente Riaño, que eran de las mismas ideas, y por sólo esta razón buscaban naturalmente el trato de personas que las tuvieren, aunque o fuesen por otra parte de un mérito superior, el de Hidalgo era muy mediano, como lo demostró después la experiencia por toda la serie de sus operaciones. En efecto este hombre ni era de talentos profundos para combinar un plan de operaciones, adaptando los medios al fin que se proponía, ni tenía un juicio sólido y recto para pesar los hombres y las cosas, ni un corazón generoso para perdonar los errores y preocupaciones de los que debían auxiliarlo en su empresa o estaban destinados a contrariarla; ligero hasta lo sumo, se abandonó enteramente a lo que diesen de sí las circunstancias, sin extender su vista ni sus designios más allá de lo que tenía de hacer el día siguiente; jamás se tomó el trabajo, y acaso ni aun lo reputó necesario, de calcular el resultado de sus operaciones, ni estableció regla ninguna fija que las sistemase.
"Allende era de un carácter enteramente opuesto a Hidalgo; no tenía la reputación de éste ni sus relaciones, su educación había sedo descuidada, y se ignora cuáles fuesen sus talentos y disposiciones mentales; pero su resolución era capaz de las mayores empresas; su perseverancia era inalterable en llevar a efecto lo resuelto, sin que nada pudiese distraerlo de lo que había emprendido; incansable en el trabajo, jamás lo arredraron los obstáculos ni resistencias, y lograba vencerlo todo su actividad y firmeza; siempre en movimiento y ocupado de sus designios que jamás perdía de vista, no daba paso ninguno que no se dirigiese a lograrlos; valiente hasta el grado de temerario se exponía a todos los riesgos, no sólo los de de la campaña, los menos difíciles de arrostrar, sino los de declarar su opinión y modo de pensar tal vez hasta con indiscreción. No se le acusa de vengativo, cruel o sanguinario, ni puede serlo un hombre que, puesto al frente de una empresa tan grande, se ocupa de ella come debe, pues no tienen cabida en él las pequeñeces de estos vicios vergonzosos."
Un ejemplo de vida para todos los hermanos de nuestra respetable logia.


Grado de Aprendiz


Lo que el candidato debe saber



Lo Que El Candidato Debe De Saber!!



Deseando la Sociedad Masónica que todo el que manifieste interés en pertenecer a ella, se libre del flagelo de sufrir un desengaño; y queriendo dar en tiempo oportuno una prenda de su buena fe, considera justo expresar a los aspirantes, ideas exactas, tanto para que se instruya en el verdadero objeto de la Sociedad, cuanto para que desechen las vulgaridades que corren de boca en boca y que hacen formar de ella conceptos erróneos ridículos.

La Sociedad, cuando se le ofrece un candidato asume el derecho de examinar su vida y costumbres, con tal propósito, tan luego como se le presenta una propuesta, nombra una comisión especial que haga las investigaciones convenientes, sin perjuicio de los esclarecimientos que practican los miembros. 

Si los informes que adquieren son desfavorables, esta solicitud no surtirá efecto y será archivada. Si por el contrario resultan favorables, se procede a una votación secreta por balotas blancas y negras, las primeras aprueban y las segundas excluyen. 

En el caso de exclusión, esta no ofende al candidato, pues basta que un miembro crea que el propuesto no encontrará en la Masonería lo que apetece y busca, para que niegue su voto.

La Masonería no se propone satisfacer ningún interés mezquino, ninguna mira egoísta, su objeto es altamente noble, su misión altamente humanitaria. Ella trabaja por fomentar la filantropía en todos los hombres de toda clase, condición económica y creencia religiosa. 

Pretender incorporarse por intereses privados, o por objetivos particulares sería un absurdo; y efectuarlo sin encontrar en sí toda la abnegación que la Masonería demanda, un engaño.

La Masonería tiene secretos que no pueden penetrarse y juramentos que no pueden quebrantarse; pero ni unos ni otros se oponen en lo mas mínimo a la moral.

El aspirante que intente su incorporación por curiosidad, no consigue su objeto, porque los misterios en que está envuelta la Masonería, y que forman su secreto, se van comunicando por grados que se confieren, después de muchas pruebas de fidelidad al que más lo merece y menos lo solicita.

El que se liga con un juramento y lo quebranta, no infiere daño alguno a la Sociedad, el mal recae solamente sobre el que no ha tenido bastante constancia y suficiente carácter para cumplir con el deber que voluntariamente se impuso.

La Masonería no exige de sus miembros la abjuración de sus principios, ni osa penetrar en sus dogmas peculiares, bástale saber que el aspirante profesa una religión y que cree en Dios, en su justicia y en la vida eterna. Las puertas de la Masonería jamás se abren para admitir a un ateo.

La Masonería no necesita de adeptos poderosos, pero tampoco admite en su seno personas que no tengan una ciencia, arte, oficio o renta con que poder atender a las necesidades de su familia; y, sin menoscabar estos primeros deberes, un pequeño sobrante para hacer frente a los gastos de la Sociedad y socorrer a los necesitados.

La Masonería no llenaría su gran objeto de fraternizar la especie humana si admitiese discordia, pleito y riñas entre sus miembros; toda diferencia debe arreglarse entre ellos mismos antes de apelar a personas extrañas; así es que si el candidato encontrase, después de admitido, a alguien con quien no estuviese en buena armonía, se encuentra obligado a deponer su resentimiento, considerarlo como amigo y darle el abrazo fraternal. 

Si la causa de la desavenencia es litigiosa, expondrá sus fundamentos ante los jueces de la Masonería para que ellos le presten la justicia que demanda, antes de concurrir a los tribunales profanos.

Exige también la Masonería una parte del tiempo de sus miembros para la asistencia a las reuniones, o para el desempeño de una comisión y esto no puede negarse sin una causa legítima y poderosa, que la manifestará por escrito o verbalmente al Presidente.

La Francmasonería, institución esencialmente filantrópica y progresista , tiene por objeto el descubrimiento de la Verdad, el estudio de la Moral y la práctica de la Solidaridad. Trabaja por el mejoramiento material y mora de sus afiliados así como por el perfeccionamiento intelectual y social de la humanidad. 

Tiene por principios la Tolerancia mutua, el respeto a los demás y de sí mismo y la libertad absoluta de conciencia; y considerando las concepciones metafísicas como pertenecientes al dominio exclusivo de la apreciación individual, rehúsa toda afirmación dogmática.

Sin embargo, en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado se exige como dogmas fundamentales la creencia en la existencia de Dios y de la inmortalidad del alma. Tiene por divisas: Libertad, Igualdad, Fraternidad.

La Francmasonería tiene por deber extender a la humanidad los lazos fraternales que unen a los hombres en toda la superficie del globo. 
Recomienda a sus miembros la propaganda por medio de la palabra, con los escritos y con el ejemplo.

El Francmasón tiene por deber, en toda circunstancia, ayudar, ilustrar y proteger a sus hermanos y defenderlos contra la injusticia.

La Francmasonería mira el trabajo como uno de los deberes esenciales del hombre y considera tan honroso el trabajo material como el intelectual.


Por último, el que aspire a proponerse como candidato, debe ejercitar la temperancia, ser industrioso y aplicado a su profesión, fiel a su Jefe o Maestro, practicar la virtud, partir el pan con el necesitado y no comer el de otro sin pagarlo, enseñar el verdadero camino al viajero extraviado, huir del juego, la embriaguez, la usura y de todos los vicios que condena la moral, y finalmente prestar a sus hermanos cuanto socorros, auxilios y protección le permitan sus circunstancias.