Lo Que El Candidato Debe De Saber!!
Deseando la Sociedad Masónica que todo el que manifieste interés en pertenecer
a ella, se libre del flagelo de sufrir un desengaño; y queriendo dar en tiempo
oportuno una prenda de su buena fe, considera justo expresar a los aspirantes,
ideas exactas, tanto para que se instruya en el verdadero objeto de la
Sociedad, cuanto para que desechen las vulgaridades que corren de boca en boca
y que hacen formar de ella conceptos erróneos ridículos.
La Sociedad, cuando se le ofrece un candidato
asume el derecho de examinar su vida y costumbres, con tal propósito, tan luego
como se le presenta una propuesta, nombra una comisión especial que haga las
investigaciones convenientes, sin perjuicio de los esclarecimientos que practican
los miembros.
Si los
informes que
adquieren son desfavorables, esta solicitud no surtirá efecto y será archivada.
Si por el contrario resultan favorables, se procede a una votación secreta por
balotas blancas y negras, las primeras aprueban y las segundas excluyen.
En el caso de exclusión, esta no
ofende al candidato, pues basta que un miembro crea que el propuesto no
encontrará en la Masonería lo que apetece y busca, para que niegue su voto.
La Masonería no se propone satisfacer ningún
interés mezquino, ninguna mira egoísta, su objeto es altamente noble, su misión
altamente humanitaria. Ella trabaja por fomentar la filantropía en todos los
hombres de toda clase, condición económica y creencia religiosa.
Pretender incorporarse por intereses privados,
o por objetivos particulares sería un absurdo; y efectuarlo sin encontrar en sí
toda la abnegación que la Masonería demanda, un engaño.
La Masonería tiene secretos que no pueden
penetrarse y juramentos que no pueden quebrantarse; pero ni unos ni otros se
oponen en lo mas mínimo a la moral.
El aspirante que intente su incorporación por
curiosidad, no consigue su objeto, porque los misterios en que está envuelta la
Masonería, y que forman su secreto, se van comunicando por grados que se
confieren, después de muchas pruebas de fidelidad al que más lo merece y menos
lo solicita.
El que se liga con un juramento y lo
quebranta, no infiere daño alguno a la Sociedad, el mal recae solamente sobre
el que no ha tenido bastante constancia y suficiente carácter para cumplir con
el deber que voluntariamente se impuso.
La Masonería no exige de sus miembros la
abjuración de sus principios, ni osa penetrar en sus dogmas peculiares, bástale
saber que el aspirante profesa una religión y que cree en Dios, en su justicia
y en la vida eterna. Las puertas de la Masonería jamás se abren para admitir a
un ateo.
La Masonería no necesita de adeptos poderosos,
pero tampoco admite en su seno personas que no tengan una ciencia, arte, oficio
o renta con que poder atender a las necesidades de su familia; y, sin
menoscabar estos primeros deberes, un pequeño sobrante para hacer frente a los
gastos de la Sociedad y socorrer a los necesitados.
La Masonería no llenaría su gran objeto de
fraternizar la especie humana si admitiese discordia, pleito y riñas entre sus
miembros; toda diferencia debe arreglarse entre ellos mismos antes de apelar a
personas extrañas; así es que si el candidato encontrase, después de admitido,
a alguien con quien no estuviese en buena armonía, se encuentra obligado a
deponer su resentimiento, considerarlo como amigo y darle el abrazo
fraternal.
Si la causa de la desavenencia es litigiosa,
expondrá sus fundamentos ante los jueces de la Masonería para que ellos le
presten la justicia que demanda, antes de concurrir a los tribunales profanos.
Exige también la Masonería una parte del
tiempo de sus miembros para la asistencia a las reuniones, o para el desempeño
de una comisión y esto no puede negarse sin una causa legítima y poderosa, que
la manifestará por escrito o verbalmente al Presidente.
La Francmasonería, institución esencialmente
filantrópica y progresista , tiene por objeto el descubrimiento de la Verdad,
el estudio de la Moral y la práctica de la Solidaridad. Trabaja por el
mejoramiento material y mora de sus afiliados así como por el perfeccionamiento
intelectual y social de la humanidad.
Tiene por principios la Tolerancia mutua,
el respeto a los demás y de sí mismo y la libertad absoluta de conciencia; y
considerando las concepciones metafísicas como pertenecientes al dominio
exclusivo de la apreciación individual, rehúsa toda afirmación dogmática.
Sin embargo, en el Rito Escocés Antiguo y
Aceptado se exige como dogmas fundamentales la creencia en la existencia de
Dios y de la inmortalidad del alma. Tiene por divisas: Libertad, Igualdad,
Fraternidad.
La
Francmasonería tiene por
deber extender a la humanidad los lazos fraternales que unen a los hombres en
toda la superficie del globo.
Recomienda a
sus miembros la propaganda por medio de la palabra, con los escritos y con el
ejemplo.
El Francmasón tiene por deber, en toda
circunstancia, ayudar, ilustrar y proteger a sus hermanos y defenderlos contra
la injusticia.
La
Francmasonería mira el
trabajo como uno de los deberes esenciales del hombre y considera tan honroso
el trabajo material como el intelectual.
Por último, el que aspire a proponerse como
candidato, debe ejercitar la temperancia, ser industrioso y aplicado a su
profesión, fiel a su Jefe o Maestro, practicar la virtud, partir el pan con el
necesitado y no comer el de otro sin pagarlo, enseñar el verdadero camino al
viajero extraviado, huir del juego, la embriaguez, la usura y de todos los
vicios que condena la moral, y finalmente prestar a sus hermanos cuanto
socorros, auxilios y protección le permitan sus circunstancias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario